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Un año después, “lo viejo no acaba de morir”

Llegó al poder con una larga lista de promesas y altas expectativas por parte de los votantes que, a un año de su gobierno, tienen percepciones dispares de sus logros y el cumplimiento de sus compromisos.

Andrés Manuel López Obrador (AMLO) llegó a la presidencia de México el 1 de diciembre de 2018, después de haber ganado las elecciones con un tsunami electoral de 53 por ciento de los votos, un hecho sin precedentes que marcó un parteaguas de la política mexicana con el primer gobierno de izquierda en el poder.

El apoyo de los votantes mexicanos hacia AMLO fue innegable y las altas expectativas que él mismo creó durante años de campaña, que sumó durante tres candidaturas, le exigieron en su primer año de gobierno resultados inmediatos, principalmente en temas económicos y de seguridad. Pero, este 1 de diciembre de 2019, al cumplir un año de gobierno, pide un año más para empezar a ver resultados.

“Lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer”, dijo el presidente en su discurso ante una Plaza de la Constitución llena en el Zócalo capitalino.

En defensa de sus políticas y la estructura con la que busca impulsar lo que él ha llamado “la cuarta transformación” (4T), López Obrador pide a sus fieles seguidores paciencia para ver resultados; pero después de un año, las cosas no son iguales.

Con una nueva promesa que llega como briza fresca en un domingo de sol quemante, AMLO dijo que “dentro de un año nos vemos aquí” augurando un 2020 de cambios irreversibles.

Pero, un año después las cosas no son iguales y el Zócalo lleno que se vio ese 1 de diciembre de 2019 hoy se vuelve a llenar, pero con dudas e incertidumbre, con un movimiento en paralelo que a escasas cuadras de la plancha del Zócalo se manifiesta cada vez con mayor audiencia.

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Si bien las políticas sociales impulsadas en los primeros 12 meces de gobierno de AMLO han mantenido contentos a cierto sector poblacional, los crecientes índices de inseguridad, el nulo crecimiento económico y la polarización social; han marcado el lado incómodo en el cumpleaños 1 de la 4T.

El miedo es un factor imperante en la decisión de los inversionistas y los esfuerzos del gobierno por inyectar certidumbre a la economía no logra convencer a la gran mayoría.

Parece que habrá que esperar un año más para ver esos números económicos crecer y los delincuenciales caer; pero, mientras haya un sector poblacional “feliz, feliz, feliz” una posible ausencia de resultados podría ser disculpada en diciembre de 2020.

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